A medida que el planeta se acerque al 2050, pensar en la educación que necesitará la generación de nuevos niños y jóvenes para vivir en ese futuro depende de la idea que hoy tenemos del mundo. Poseer un conocimiento sólido de nuestra realidad nos permitirá anticipar cambios transformadores y planificar y construir escenarios alternativos de las necesidades de la humanidad en las próximas décadas.
La educación del futuro ha empezado a modelarse desde hoy. Nadie puede saber a ciencia cierta qué quedará de la educación tal como la conocemos en la actualidad y qué nuevos escenarios aparecerán dentro de algunas décadas cuando, gradual e inexorablemente, pasemos de la sociedad del conocimiento a la sociedad híbrida de la tecnología cognitiva.
El rápido cambio de época que experimentamos se distingue por una sorprendente aceleración de la transformación tecnológica, caracterizada por una revolución digital y los avances en biotecnologías, neurociencias e inteligencia digital. Estas innovaciones han reconfigurado las formas en que hoy vivimos y nos han abierto insospechados caminos para aprender y saber desenvolvernos en el mundo.
Estados Unidos, por ejemplo, ya aprobó su programa para enseñar las ciencias de la computación desde la infancia hasta la secundaria. Hoy se dictan allá cursos de programación en todas sus escuelas. No solo es la enseñanza a los alumnos, sino la capacitación a los maestros. El objetivo es preparar a su nación para empleos en tecnología que se abrirán en el futuro. Singapur, Eslovenia, Finlandia, Japón, Israel y Corea del Sur están en el mismo camino.
“Poseer un conocimiento sólido de nuestra realidad nos permitirá anticipar cambios transformadores y planificar y construir escenarios alternativos de las necesidades de la humanidad en las próximas décadas”.
Lenguajes de programación como JavaScript y Python serán tan importantes como los cursos tradicionales de idiomas extranjeros. Lo digital –y todo lo que se convierte en secuencias numéricas para transmisión, almacenamiento y análisis de información y conocimiento a través de la computadora– está presente en amplias áreas de la actividad humana. La generación, la circulación y el uso de los datos, y el conocimiento que estos pueden generar mediante los procesos digitales, han cambiado la manera en que avanza la ciencia y los conocimientos especializados. De igual modo, han modificado la forma en que la información y el conocimiento se ponen a disposición de gente de todo el orbe.
Las tecnologías digitales han reducido los costes de recopilación y tratamiento de la información y han facilitado la participación de más personas en estos procesos, como Wikipedia, que es una enciclopedia libre editada de manera colaborativa. Sus más de 60 millones de artículos en 328 idiomas han sido redactados en conjunto por voluntarios de todo el mundo, lo que suma más de 3000 millones de ediciones.
Actualmente, el control del poder del algoritmo y de las plataformas digitales, así como de los patrones de gobernanza de las infraestructuras digitales, constituye un desafío para que la educación siga siendo un bien común universal. Las características de esta tecnología pueden plantear amenazas a la diversidad de conocimientos, la inclusión cultural, la transparencia de la información y la libertad intelectual, pero, por otro lado, tienen otros aspectos que facilitan el intercambio de conocimientos e información.
Tomado del libro “Educación con futuro. Libertad y valores”, de Raúl Diez Canseco.
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