Raúl Diez Canseco Terry recibió la máxima distinción de la Cámara de Comercio de Lima

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En una noche cargada de emociones y reencuentros, la Cámara de Comercio de Lima otorgó a Raúl Diez Canseco Terry la «Gran Cruz», su más alta distinción. El reconocimiento fue entregado por el presidente de la CCL, Roberto De La Tore, en presencia de autoridades, líderes empresariales, diplomáticos y familiares, en una ceremonia que destacó por su calidez y significado.

Durante su intervención, el presidente de la CCL señaló que esta condecoración se reserva a líderes empresariales que, como Raúl Diez Canseco, han transformado sueños en realidades y han impulsado la educación y el emprendimiento en el Perú. Un perfil que, aseguró, se refleja en una trayectoria de más de cinco décadas dedicadas a abrir oportunidades educativas, promover el emprendimiento y generar empleo para miles de peruanos.

La ceremonia contó con la presencia de destacadas personalidades del ámbito empresarial, político, religioso y social, quienes resaltaron su visión de futuro, su compromiso con la formación integral y su contribución al bienestar del país. Entre ellas estuvieron el secretario general de la Conferencia Episcopal Peruana, padre Guillermo Inca; el excanciller Allan Wagner; el expresidente del Congreso, Eduardo Salhuana; y el gran canciller de la USIL, Ramiro Salas.

Una trayectoria marcada por la visión y el compromiso

A lo largo de su carrera, Diez Canseco ha demostrado la convicción de que la educación es la herramienta más poderosa para cambiar vidas y que el desarrollo del país se construye con el esfuerzo conjunto de empresarios, trabajadores y ciudadanos comprometidos.

Entre los hitos que marcaron su trayectoria se encuentran la introducción del modelo de franquicias en el país, la creación de una cadena educativa que abarca desde el nivel inicial hasta el posgrado, y su aporte al desarrollo del país desde su labor como vicepresidente de la república y ministro de Estado.

Profundamente agradecido, Raúl Diez Canseco expresó su reconocimiento a la Cámara de Comercio de Lima, a su presidente y a todo el gremio empresarial por este gesto que, más que un premio al pasado, “es un aliento para seguir trabajando con la misma pasión de siempre por el progreso del Perú”.

También dedicó el reconocimiento a su esposa, Luciana de la Fuente, y a su familia, por el apoyo incondicional a lo largo de su vida.

La Gran Cruz se convierte así en un símbolo del compromiso renovado de Raúl Diez Canseco Terry con la educación, el emprendimiento y el desarrollo integral del país, valores que han guiado cada etapa de su vida y que seguirán inspirando su labor en los años por venir.

Categorías: Educación
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